En defensa de la universidad pública, el miércoles 10 de octubre de 2018, jóvenes universitarios se dieron cita en las principales ciudades de todo el país para movilizarse por la mala financiación de la educación pública en Colombia.
La decisión del actual presidente Ivan Duque y su ministro de hacienda Alberto Carrasquilla de recortar 290 mil millones de pesos de la educación para el 2019, fue el detonador para desarrollar este nuevo paro nacional de estudiantes, en donde la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (ACRES) y la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (UNEES) se unieron para concretar las principales exigencias de los estudiantes y las instituciones educativas para el gobierno nacional:
– El incremento presupuestal de las Instituciones de Educación Superior Públicas del País.
– La reliquidación de deudas de los estudiantes, con el ICETEX, cuyas tasas de interés sugieren más de una fuente de lucro que de apoyo educativo.
– Aumento de presupuesto de Colciencias, donde también haya aportes en agendas de investigación dentro de las áreas de Humanidades, Arte y Ciencias.
– Generar un plan de pago de la deuda histórica que el estado presenta con las Universidades Públicas.
– Derogación de las leyes 1911 de Financiación Contingente al Ingreso, la ley 1740 de inspección y vigilancia y el decreto 1240 que limita la autonomía de administración universitaria.
La situación por la que atraviesan las universidades públicas y la educación superior en materia presupuestal es crítica, y con esta movilización nacional los jóvenes dejaron claro que esta unión para exigir mejorías en la calidad de la educación pública no para aquí. El paro universitario tiene como principal y único objetivo lograr el aumento presupuestal que se requiere, y hacerle entender al nuevo gobierno de que los jóvenes no quieren vivir sin educación, y que la exigencia de ésta para todos no es un privilegio, sino un derecho vital para el crecimiento y el bienestar de las nuevas generaciones.
Así fue como nuestros lentes registraron este acontecimiento en la ciudad de Bogotá…
Fotografía: Alejandra Muñoz Ruiz
Más tarde la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia) se unió a la movilización para encabezarla y protegerla junto a la Guardia Indígena, quienes aseguran que la actual crisis de la educación en Colombia también perjudica el futuro de los pueblos indígenas y a sus miles de estudiantes que se encuentran ya en un proceso de educación en estas universidades. Con mucha fuerza se manifestaron a lo largo del día empuñando los bastones y un cartel que decía:
“Tejiendo la lucha, caminando la palabra, los pueblos indígenas defendemos la educación pública y nuestro sistema educativo indígena propio”.
Colectivos de músicos y artistas inundaron la marcha con bellísimas expresiones y mensajes contundentes hacia el gobierno. Con la música retumbaban las calles del centro de la ciudad y con la energía de las danzas encaminaban a los ciudadanos hacia la plaza de Bolivar, donde se concentró al final toda la población participante.
